domingo, 18 de noviembre de 2007

El día en que estuve cerca del "máis grande du mundu"

Después viernes para sábado con 2 horas de sueño llegó un sábado para domingo de 3 horas de sueño. No tenía idea como iba a hacer para mantenerme con vida en la tribuna sur del estadio Monumental de Ate, tierra sagrada. Por suerte, pude ir a mi palco debido a que mi papá desitió de ir. Si no aurita sería un cadáver. Yo solo quería gritar un gol peruano. ¿Puede ser o no?

A las 3 de tarde masomenos Alejo y yo llegamos al Monumental donde nos encontramos con Chino "Airbag" Koc-Fong que celebraba su cumpleaños. Había emoción en la gente por ver a las estrellas del Pentacampeao y en las tribunas todo era una fiesta. Llegaba Brasil al estadio y los peruanos chillaban al ver a Kaká o a Ronaldinho bajar del bus y pisar asfalto cholo en las afueras del estadio, Brasil tiene cosas de local en cualquier lugar que juegue. Todo el estadio se quedó admirando el calentamiento brasileño, lleno de toque, lujos y magia. Por el otro lado, el equipo de todos no iba ni dos minutos calentando y ya había tirado una pelota afuera de la cancha. Minutos despúes suenan los himnos y el partido estaba listo para arrancar. Puta que miedo carajo el Chicho Salas iba a marcar a Robinho.

El partido empezó y Perú no lo hizo tan mal como la gente esperaba. Condorito Salas se disfrazó de figura, sorprendentemente pudo parar muy bien a Robinho y por suerte Ronaldinho fue un fracaso y no hizo nada. Lamentablemente en Brasil si esos dos no brillan, brilla otro, y Kaká enmudeció mas de 60 mil almas cholas con un golazo "de otro partido" poniendo en claro que está donde está por que simplemente es un genio y la destruye. Perú emocionaba con un par de llegadas que dejaban en claro que a Brasil daño se le podía hacer y para el segundo tiempo lo único que nos quedaban eran las esperanzas.

El segundo tiempo nos trajo un Chorri que levantó al público y Perú se iba por el empate que llegó, tras una serie de embates inefectivos, con un remate fuerte del Loco que chocó en un amarillo y se metió. GOL CARAJO!! GOOOL!! GOOOL! Mi maltratada garganta revivió y me dejó hacer lo que habá ido a hacer, gritar un gol peruano con todas mis fuerzas. El monumental explotó, desconocidos se abrazan en Oriente, pirañas se atropellan en Sur y en todo el Perú se escuchó después de mucho tiempo un verdadero grito de gol. No fue el del triunfo pero algo es algo, Brasil es Brasil, gol es gol, la U es la U. Un sentimiento de tranquilidad trajo el pitazo final después del susto que significó ese cabezazo al palo de JUAN.

¿Cuando estuve a centímetros del mas grande del mundo? ¿de "o máis grande du mundu"? Pues estaba en los palcos, no era Pelé ni mucho menos Kaká o Ronaldinho, en los palcos me encontré con un brasilero de 180 kilos de peso, un metro ochenta y cinco de altura y 2 yardas de diámetro. Realmente era "o máis grande du mundu" y si no lo era, estaba bien cerca a serlo.

Pudimos ganar, pudimos perder. Empatamos. 1-1, como hace 4 años. Renacen esperanzas en este equipo que contra Ecuador tiene que hacernos creer en que tiene futuro. Empatamos con el cuco, ¿servirá? Nadie lo sabe, el tiempo lo dirá.

Vamos Perú!



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