jueves, 24 de diciembre de 2009

Me cago de frio

Hola, soy Luccio

Hoy hacen 2 grados centígrados y una lluvia muy mojada. Mi casaca de aeropuerto me ayuda, porque mis amigos me encuentran a kilómetros de distancia, pero no me abriga lo suficiente. Ni siquiera con la capucha puesta. Me vinieron a visitar Giselita y mi mamá. Ellas se cagaron de frío también. Hubo ola de frío y nevó mucho. Hice bolas de nieve. Las llame "bolas de nieve de Bologna", a Giselita le cayó una en la cara. Perdón hermana. Vivo con 5 weones: ASGEIR el Islandés (de Islandia), EDOUARD el francés (de Francia), LEONARD el chiprés (de Chipre) y ONRALP de Turquía (el turqués). Onralp se pronuncia ONUSH y es mi compañero de cuarto, es el que menos me cae porque siempre que le pregunto algo me responde no se. Osea que me dice no sé como 563 veces al día en promedio. Sabián que Islandia es una isla gigante? Que buen nombre le pusieron a ese país. Los de Groenlandia deben estar envidiosos.

La comida es buenasa, pasta de día, pasta de noche. 8 puntos. Yo la cocino. Es al toque. Caliento el agua y la pongo.

Buona sera.

sábado, 12 de diciembre de 2009

El dia que hice un ensayo sobre un libro

Para la nota final de la clase de Pensamiento Social Contemporáneo nos dejaron leer un libro para después hacer un ensayo sobre el mismo. El libro era de mas de 410 paginas (411 para ser exactos) y la verdad que a mi me gusta leer asi que no era ningún impedimento. Lo leí antes del parcial, osea masomenos por ¿Setiembre? y obviamente el ensayo lo hice recién un día antes del final (Diciembre). No me acordaba a la perfección pero si de hecho sabía quién era el malo. Lo cuelgo a pesar de que creo que nadie va a leer este ensayo porque es muy largo y porque masomenos va con el estilo del blog.

SI PIENSAN LEER EL LIBRO....NO LEAN ESTO!

Ensayo sobre el libro "Los hombres que no amaban a las mujeres" de Stieg Larsson

Genial libro que atrapa al lector desde un inicio. Bueno eso diría si es que trabajara en un la editora del libro tal vez, pero no es mi caso. Como alumno de la Universidad del Pacífico y como el escritor amateur que me considero, si escribir de vez en cuando en un blog cuenta, contaré con la verdad la experiencia que tuve al leer este gran, en tamaño y calidad, libro de Stieg Larsson. Tras lo contado en clase de que en la el autor había muerto y todo el dinero ganado por el libro iba para su hermano y papá que nunca lo apoyaron y no para su amada pareja, me dio motivos para buscar el libro en cualquier esquina, sin embargo tener a un abuelo con una biblioteca en su casa fue mucha tentación y me puse a leer el original. El inicio del libro me parece muy importante ya que la intriga que deja el prólogo contando como un señor recibe una flor rara, lo comenta con alguien y además que recibía una flor distinta cada año me dejó ya desde un principio con las ganas de saber que era lo que sucedía, no era un misterio convencional de cualquier capítulo de C.S.I. Miami, ya se sentía como algo diferente. Además era en Suecia, ya me imaginaba a todas las mujeres como rubias despampanantes.

Me considero una persona que le gusta leer. No porque haya leído una gran cantidad de libros sino porque realmente disfruto leer. Bueno, habría que aclarar que me refiero a novelas o a temas que me interesan porque lamentablemente este gusto no lo encuentro en la mayoría académicas de la universidad. Sin embargo con este libro no me sucedió lo que normalmente me pasa cuando leo un libro. ¿Qué me pasa? Pues empiezo a leer y no paro hasta acabar el libro. ¿Qué me pasó? Con este libro me pasó algo diferente pero no estoy seguro si fue mi culpa o fue la naturaleza del libro lo que me causó esto, la primera mitad del libro no me atrajo apasionadamente si bien me gustaba lo que leía, no me quedé nunca más de una hora leyendo. Ahora, ¿por qué creo que fue mi culpa? Porque empezaba a leerlo en mi cama antes de dormir. Puede ser esta la razón ya que tras un día de universidad y trabajo uno no aguanta mucho tiempo en cama sin dormir, pero bueno, eso fue lo que me pasó. No sentí la primera mitad del libro como atrapante sino más bien como una narración del escenario y descripción, muy buena, de los personajes principales. Leer como Mikael Blomkvist iba manejando su vida problemática en ese momento y leer una descripción que nos permita entender a Lisbeth Salander más adelante en el libro. Mención aparte a los capítulos dedicados a la relación de Lisbeth con su nuevo apoderado que por la forma en que fue narrada sirve como una descripción genial de la vida de Lisbeth, una especie de resumen del pasado con acciones del presente. No era una rubia despampanante pero se convertía en un personaje admirable. Ahora que pienso en esto, quizás si leyera el libro de nuevo apreciaría muchísimo más esta primera mitad que la leí entre mi colchón y mi almohada porque hay muchos detalles que explican el comportamiento de los personajes en el futuro que quizás se me hayan escapado.

La segunda mitad, según mi percepción, empieza con un acontecimiento clave en el desarrollo del libro que en a opinión mía es lo que desencadena esta necesidad por seguir leyendo, este vicio incontrolable en donde uno se dice a sí mismo “ya este capítulo y me voy a correr una vuelta al Pentagonito” pero en realidad uno termina dándole vuelta a 10 capítulos más y le dice al ejercicio nos vemos otro día que hoy ejercito mi mente. El acontecimiento clave es el encuentro entre Mikael y Lisbeth. Honestamente a mi me encanta cuando las historias se van conectando durante una serie o una película y en el caso de este libro no había que ser un genio para imaginarse que este dúo iba a terminar trabajando juntos y muy probablemente metidos en la cama, así que cuando las historias empezaron a desarrollarse juntas fue cuando empezó lo bueno. Me habré demorado unas dos semanas en leer la primera mitad del libro y unos 3 días máximo en leer la segunda, esta segunda parte si logró atraparme como ya me ha sucedido antes y sinceramente no podía dejar de leer pues quería saber en qué consistía el misterio de Harriet y estos asesinatos en serie que iban apareciendo. Ahora si se convertía en un verdadero thriller policial que utilizando este estilo de presentar capítulos relativamente cortos deja al lector con la miel entre los labios[1] al final de cada uno de estos capítulos. Esto le imprime una velocidad enorme a la novela y el hecho de que la narración muchas veces pasaba de lo que le sucedía a Mikael, a lo que le sucedía a Lisbeth y hasta incluso a lo que le sucedía a Erika Berger (esta si la consideré como rubia despampanante), convertía el bodoque de libro en una lectura ligera que mantiene a sus lectores pegados al libro y alejados del Pentagonito. Esta relación es la espina dorsal del libro, ver como los dos personajes en un principio tan diferentes llegan a converger en muchos sentidos empezando por su publicitadísima Mac y terminando en la cama. Descubrir junto con ellos las pistas que van guiando a resolver el “indescifrable” misterio de Harriet que ni Henrik Vanger ni el inspector Gustaf Morell pudieron resolver. Larsson en este sentido realiza una buena labor en lograr que el hecho que descubre Mikael no sea algo tan obvio que deje como inútiles a los investigadores previos y a los lectores decepcionados con la ¿obviedad? de este hecho sino que descubrimos que ha logrado configurar una investigación en donde la pieza clave que faltaba era efectivamente una única pieza clave capaz de hacer mover las cadenas de la investigación y llegar a algún resultado fructífero. Este hecho fue el de darse cuenta de la mirada de Harriet en esa última foto tomada de ella en el desfile del pueblo. Claro, al no ver la foto no sabemos qué tan obvia sería esta mirada asustada o enfadada que Larsson describe pero, si tomamos en cuenta de que no se percataron de esto en 40 años, los lectores, en un afán de convertirnos también en detectives creyendo que nosotros también descubrimos esta mirada, asumimos como no tan obvia dentro de las tantas fotos archivadas. Esto se convierte en la segunda parte fundamental del libro a mi parecer porque el misterio se va resolviendo poco a poco y lentamente y hasta el final no sabemos en qué va a terminar todo. Uno no imagina como de esa mirada se pasó a descubrir quién abrió la ventana de Harriet o finalmente que Martin era el loco sicópata que, tras descifrar las citas bíblicas, se dieron cuenta que algo tenía que ver con la desaparición de Harriet. Volver a leer el libro también serviría para analizar el personaje de Martin con otros ojos, vi la película después de leer el libro y a Martin desde un inicio ya lo percibía con un matiz de asesino loco enfermo mental y seguramente al leer el libro percibiría algo parecido aunque más sutil ya que es inesperado el desenlace y descubrimiento de la real personalidad que Martin Vanger tenía. A partir de este descubrimiento fu en realidad cuando caí en cuenta del motivo del título del libro, Martin realmente era un hombre que no sólo no amaba a las mujeres sino que parecía odiarlas, el abogado Bjurman puede ser otro de estos hombre y obviamente el papá de Harriet se incluye en este rubro de hombres que inspiran el título. Un título que sumado al arte de la carátula me hacía tener que explicar a quien me viera leyendo el libro que no era un relato de la vida nocturna en Downtown sino un policial sobre un asesino en serie y que por ser tan largo me causó muchos problemas al momento de pedírselo a mi casi sordo abuelo que todavía no entiende de que hablo cuando le pido “La Chica Que Soñaba Con Una Cerilla y Un Bidón de Gasolina”. Se lo tengo que escribir a papel.

Algo que para mi faltó en el libro fue ahondar más sobre el descubrimiento de Wenneström (la venganza de Mikael) ya que si bien se relata al final, me hubiese gustado que se cuente esto más a detalle incluso tal vez utilizando la perspectiva del mismo Wenneström para relatar los hechos. Creo que Larsson nos quita el morbo de disfrutar la caída de Wenneström al no ahondar tanto en el tema y más aún matando al personaje sin llegar nosotros a conocer su real derrota. Esto me lleva a comentar otro aspecto interesante del libro que es el contraste entre la persona de Henrik Vanger un empresario hábil, honesto, con valores y trabajador, y por otro lado Hans-Eric Wenneström en empresario también exitoso pero descrito como un inescrupuloso traficante de armas que incrimina a Mikael. La descripción de ambos me gustó mucha porque dibuja un entorno de negocios en los dos con el cual especialmente los alumnos de la Pacífico nos relacionamos bastante y Larsson utiliza algunos términos empresariales que me sirvieron para conectarme más con el libro. Este contraste también lo utiliza en el momento de describir a los apoderados de Lisbeth y con temor a equivocarme, pero sin temor en realidad solo con ganas de usar la frase, también encuentro este contraste en la forma en que Lisbeth y Erika se desenvuelven en la novela. Estos contrastes hacen que el libro cuente con una gran variedad de personajes que le da una riqueza especial a la lectura ya que al leer uno se encuentra con cosas diferentes y actitudes diferentes que una vez más aligeran la lectura y hacen de la novela algo que uno no puede parar de leer.

Un personaje del cuál no he hablado pero considero importante dentro de la magia del libro es la “rubia despampanante” Erika Berger. Es un personaje que a mi parecer le da un tono sexy a la novela. Una mujer completamente en control de su sexualidad, inteligente, sueca (esto la hace automáticamente rubia y despampanante así tenga más de 43 años) y además se llama ERIKA BERGER, nombre de modelo 100%. Observar como Erika se desenvuelve paralelamente a la trama principal me encantaba y hasta por momentos más me interesaba saber cómo era que Millenium se manejaba en esos momentos de crisis que averiguar en donde Michigan estaba Harriet Vanger, claro, hasta que la investigación agarró ritmo.

Principalmente estos factores son los que creo que hacen de “Los hombres que no amaban a las mujeres” del libro que es. Un libro que cuando te engancha no te suelta nunca más y te deja con ganas de seguir. Es el estilo en el que está escrito, los constantes diálogos, las relaciones con el mundo actual al momento de hablar d iBooks o de empresas puntocom, el lento desentrañamiento de un misterio que al final no se quiere revelar, las interacciones entre personajes con personalidades tan distintas, algo de sexo, Suecia (rubias despampanantes), dinero y engaños. La suma de estos factores hace de “Los hombres que no amaban a las mujeres” un thriller policial excelente casi diseñado para ser una película de Hollywood que deja historias por descubrir que hace que uno se lamente que el libro ha terminado. Por suerte existen dos libros más de Millenium porque hubiese sido una pena (más grande de lo que ya es) que Larsson se despida del mundo sólo con una gran obra. Habrá que conformarse con dos más.



[1]No sé si está bien usado este refrán, pero me refiero a que deja a los lectores con ganas de más. Ni siquiera estoy seguro si es un refrán. Pero parece que tiene sentido o no?